SANTO DOMINGO, República Dominicana — Miembros y partidarios de la Unión de Trabajadores Cañeros (UTC) celebraron una conferencia aquí del 6 al 11 de noviembre para discutir sobre su lucha por pensiones de jubilación y ganar apoyo para esta.
Decenas de trabajadores cañeros haitianos y dominicanos, tanto mujeres como hombres, viajaron largas distancias cada día desde diferentes comunidades cañeras (bateyes) de todo el país para participar. También participaron invitados internacionales de Estados Unidos, Canadá y Uruguay.
Fundada en 2009, la UTC ha movilizado a miles de cañeros en más de 450 marchas y piquetes frente al Palacio Presidencial, el Congreso Nacional y las sedes del Ministerio de Trabajo y del Seguro Social para exigir pensiones, atención médica y derechos para los inmigrantes haitianos indocumentados y sus descendientes nacidos en la República Dominicana. Han ganado una amplia simpatía entre los trabajadores, así como para su iniciativa de organizar a los trabajadores dominicanos y haitianos independientemente de su estatus legal. Su lema: “¡Sin cañeros, no hay azúcar!” Es muy popular.
Si bien la UTC ha logrado pensiones para cientos de trabajadores y ha hecho otros logros en los últimos 14 años, ha tenido que luchar contra todas las administraciones de gobierno las cuales defienden fielmente los intereses de los barones del azúcar y otros capitalistas.
“El panorama ha sido aún más sombrío bajo el actual presidente Luis Abinader”, dijo Jesús Núñez, coordinador nacional de la UTC, en la inauguración del evento. “A los trabajadores cañeros que son inmigrantes haitianos ni siquiera se les permite solicitar pensiones que están pendientes desde hace mucho tiempo”, explicó. “También hay una creciente demagogia antiinmigrante difundida por el gobierno de Abinader y otros políticos burgueses”. El número de haitianos que han sido deportados ha aumentado considerablemente.
Luchando por nuestros derechos
Miles de trabajadores cañeros y sus familias son afectados por las prácticas discriminatorias del gobierno y las empresas azucareras. La mayoría son inmigrantes haitianos y sus hijos y nietos nacidos aquí, a quienes el gobierno les niega la ciudadanía y están sujetos a la deportación.
Muchos de los participantes en la conferencia han trabajado en los cañaverales durante décadas, algunos desde los años 60. Miles de ellos llegaron como parte de acuerdos binacionales para suministrar mano de obra contratada. La agencia gubernamental dominicana que supervisa la industria azucarera asignó a los trabajadores migrantes haitianos una tarjeta, conocida como ficha, con un número utilizado para registrar las contribuciones del trabajador a su fondo de jubilación.
“Ahora les dicen que las fichas no sirven para solicitar sus pensiones”, dijo en la conferencia Micely Díaz Espaillat, autora de un informe sobre el tema. Si las tarjetas “fueron buenas para sustraerles el dinero, deben ser buenas para recibir sus pensiones”.
“Toman tu solicitud y la ponen al fondo del montón”, dijo Andrés, quien tiene 80 años de edad y lleva 14 años esperando los documentos requeridos por las autoridades.
“Nuestra lucha es por un derecho adquirido”, dijo Núñez. “El gobierno exige ahora un documento de identidad nacional que le niega a los trabajadores haitianos indocumentados”.
Solidaridad de trabajadores de EUA
Entre los invitados internacionales a la conferencia estuvieron Gerardo Sánchez, un organizador del Local 111 del sindicato de trabajadores de panadería BCTGM en Dallas-Fort Worth; Rachele Fruit, trabajadora de hoteles y miembro del Local 355 del sindicato UNITE HERE en Miami; y Róger Calero, de Nueva York, que al igual que Sánchez y Fruit son miembros del Partido Socialista de los Trabajadores. Fruit también es la candidata del PST al Senado de Estados Unidos en 2024 por Florida. Muchos de sus compañeros de trabajo en Miami son haitianos y se alegraron de que iba a la conferencia para brindar solidaridad a los cañeros.
Sánchez trajo a la conferencia un mensaje de David Menefee, secretario financiero-tesorero del Local 111.
“Les enviamos nuestro saludo, solidaridad y agradecimiento” por invitar a un miembro de nuestro local, decía el mensaje. “Nos ha animado a aprender más sobre las luchas en República Dominicana” y “en América Latina”. “Esperamos compartir con ustedes las experiencias de nuestro sindicato en luchas por todo Estados Unidos, como la actual huelga contra la empresa International Flavors and Fragrances (IFF)”, en Memphis, Tennessee.
Los trabajadores cañeros por su parte votaron a favor de enviar un mensaje de solidaridad a los trabajadores en huelga en la IFF, y con mucho entusiasmo hicieron fila para firmar. “Hemos aprendido sobre la lucha en IFF”, dice el mensaje de los cañeros. “También luchamos por condiciones de trabajo más seguras, mejores salarios, pensiones y contra la discriminación”.
Los participantes en la conferencia estuvieron interesados en conocer sobre las luchas de trabajadores en Estados Unidos y Canadá contra las devastadoras consecuencias de la crisis capitalista.
“Miles de trabajadores en Estados Unidos han comenzado a luchar para defenderse de las condiciones que hacen imposible mantener una familia. La tasa de natalidad ha bajado, al igual que la expectativa de vida”, dijo Róger Calero. Muchos participantes asintieron con la cabeza.
Calero y los otros miembros del PST en la conferencia describieron el trabajo que están haciendo para construir sindicatos y partidos revolucionarios que puedan dirigir a la clase trabajadora a tomar el poder político.
Explicaron lo que está en juego para la clase trabajadora en el mundo en oponerse a la invasión de Ucrania por Moscú y la masacre de judíos cometida por Hamás en Israel el 7 de octubre y al explosivo aumento del odio a los judíos por todo el mundo. “Como en los años 30, el objetivo final de estas fuerzas reaccionarias antisemitas es la clase trabajadora misma”, dijo Calero. “El odio a los judíos será utilizado como punta de lanza para ataques contra el movimiento obrero y su vanguardia. Los sindicatos deben ser parte de la lucha en su contra”.
Rafael Chaljub Mejía, autor y dirigente del Partido Comunista del Trabajo, hizo una presentación especial sobre el impacto de las intervenciones norteamericanas en la República Dominicana en el desarrollo de la industria azucarera y del movimiento obrero.
“Simultáneamente con el despojo de tierra y las expulsiones de campesinos de sus tierras y la consolidación de la producción capitalista del azúcar, también creció la clase obrera”, dijo. Esta historia ha estado marcada por varios períodos de huelgas y levantamientos de trabajadores y campesinos, incluida una huelga de trabajadores de la caña de azúcar durante la rebelión popular de 1965 que fue aplastada por una invasión de 42 mil tropas norteamericanas.
Varios oradores también abordaron la necesidad de construir y fortalecer los sindicatos existentes, en lugar de formar sindicatos apartes.
“Hay que reconstruir el movimiento obrero”, dijo Chaljub. “Una ínfima cantidad de trabajadores está sindicalizada en la República Dominicana. Y hay tantas centrales sindicales luchando por el mismo pliego de demandas en un mismo país”.
“Una cuestión clave para construir el movimiento sindical en Estados Unidos es la lucha por la amnistía para los trabajadores indocumentados y para rechazar los intentos de los patrones de dividir a los trabajadores, debemos organizar a los que no están sindicalizados”, dijo la candidata del PST, Fruit. “Esto es cierto en todas partes”.
Como parte de las actividades de la conferencia, los participantes internacionales visitaron varios bateyes que pertenecen al Central Romana, un gigante emporio azucarero e inmobiliario, conocido por sus prácticas antisindicales.