Conferencia en Indonesia aborda condiciones de chinos de ultramar

Por Patrick Brown
30 de diciembre de 2024
Participantes en conferencia regional de ISSCO en Bandung, Indonesia, 8 de noviembre. El creciente peso económico y militar de China en el sudeste asiatico fue eje de las discusiones.
Participantes en conferencia regional de ISSCO en Bandung, Indonesia, 8 de noviembre. El creciente peso económico y militar de China en el sudeste asiatico fue eje de las discusiones.

BANDUNG, Indonesia — El impacto en las comunidades chinas de ultramar del creciente peso económico y militar de Beijing en el sudeste asiático fue eje de las discusiones en la 14 conferencia regional de la Sociedad Internacional para el Estudio de los Chinos de Ultramar (ISSCO) celebrada aquí el 7 y 8 de noviembre.

Desde 1992, ISSCO ha organizado conferencias, desde el sudeste asiático hasta América del Norte, para promover el estudio de la historia de los chinos que viven en el exterior, incluidas sus luchas contra los prejuicios y la discriminación.

En el discurso de apertura, el profesor Leo Suryadinata, de Singapur, dijo que la Iniciativa de la Franja y la Ruta de Beijing —una red multimillonaria de préstamos y proyectos de construcción en más de 70 países— “refleja el creciente poder de China”.

Por su parte, Washington ha tratado de contrarrestar el desafío de Beijing ampliando la colaboración militar con gobiernos de la región, incluidos los de Japón, Australia, Corea del Sur y Filipinas.

Las comunidades chinas de ultramar se encuentran crecientemente atrapadas en medio de estos conflictos.

Un ejemplo de esto es el caso amañado contra Philip Chan Man Ping, un empresario de Singapur. Chan fue designado por autoridades de Singapur como “persona políticamente significativa” en virtud de la Ley de Interferencia Extranjera (Contramedidas) por haber asistido como observador a una sesión del parlamento en China. Ahora tiene que entregar un reporte anual de sus actividades políticas a las autoridades. Las penalidades por violar la ley incluyen hasta 14 años de prisión.

Acusan de “quinta columna”

En el debate en la segunda sesión plenaria, Steve Penner, dirigente de la Liga Comunista de Canadá, se refirió a la descripción de Suryadinata del proceso contra Chan.

“La Ley de Interferencia Extranjera me suena familiar”, dijo Penner, ya que el gobierno canadiense ha introducido una nueva ley con un propósito similar, exigiendo que los “agentes extranjeros” se registren y convierte en crimen el actuar en nombre de otro gobierno.

“En Canadá, como en Estados Unidos”, explicó Penner, “académicos chinos han sido efectivamente acusados de ser ‘quinta columnistas’ cuya lealtad es hacia China simplemente por su nacionalidad y, a veces, por su colaboración con otros académicos y científicos en China”.

Larga historia de migración

Expulsados del sur de China por la pobreza y la guerra en los siglos 19 y 20, los trabajadores se establecieron en muchos países por todo el mundo, explicó en la conferencia el profesor Danny Wong Tze Ken, de Malasia. Generaciones de esta diáspora enfrentaron brutales condiciones de vida y de trabajo.

En otra presentación, Thung Ju Lan, del Instituto Indonesio de Ciencias, abordó cómo se manifestaron estos desafíos en Indonesia. A partir del siglo 17, los inmigrantes chinos trabajaron en condiciones similares a la esclavitud en las plantaciones y minas coloniales holandesas de Java y Kalimantán. Restricciones legales en la vivienda y el matrimonio interracial, entre otras medidas, reforzaron la discriminación.

Tras décadas de lucha por la independencia los gobernantes coloniales holandeses fueron expulsados de Indonesia y, en 1945, llegó al poder el gobierno nacionalista burgués de Sukarno. Este mantuvo la discriminación contra los chinos.

Esto se profundizó bajo el régimen del general Suharto, establecido después de la masacre de cientos de miles de trabajadores y campesinos por el ejército y el aplastamiento del maoísta Partido Comunista de Indonesia en 1965.

El régimen de Suharto obligó a los chinos indonesios a portar documentos de identificación especiales y a adoptar nombres indonesios. Prohibió exhibiciones culturales como la celebración del Año Nuevo Lunar. Se cerraron las escuelas que enseñaban en chino.

Suharto dimitió en 1998 tras las protestas de cientos de miles de trabajadores y estudiantes. Sus peores edictos antichinos fueron abolidos. Sin embargo, como dijo Ju Lan, los prejuicios y la discriminación siguen vivos. Actualmente, las empresas chinas en Indonesia y los trabajadores de China que estas traen, son frecuentemente culpados  por el empeoramiento en las condiciones económicas.

Un panel abordó los esfuerzos por revivir el idioma y la cultura chinos en la Indonesia posterior a Suharto. En otro, participantes de Filipinas analizaron la plaga del comercio asiático del opio propagada por los imperialistas británicos en Asia en el siglo 19. Esta provocó “una adicción al opio en gran escala en China, y los chinos en Filipinas no estuvieron exentos”, dijo Teresita Ang See del Kaisa Heritage Center en Manila.

Voluntarios de Australia, Nueva Zelanda y Canadá instalaron una mesa de libros de Pathfinder, de dirigentes del Partido Socialista de los Trabajadores, revolucionarios cubanos y otros, al lado de otros vendedores de libros y exhibiciones de arte, artesanías y ropa batik.

Nuestra historia aún se está escribiendo: La historia de tres generales cubanos chinos en la Revolución Cubana fue el título más popular de la mesa de Pathfinder. Describe su participación en la revolución socialista que puso fin a las décadas de discriminación que habían enfrentado los cubanos chinos.

La Universidad Malaya en Kuala Lumpur, Malasia, será la sede de la 12 conferencia internacional, del 4 al 6 de noviembre de 2025.

Linda Harris y Steve Penner contribuyeron a este artículo.