Derrocamiento de al-Assad, respuesta de Israel, creciente contienda en Medio Oriente

Por Seth Galinsky
30 de diciembre de 2024
Damasco, Siria, 13 de dic. Millones celebraron por todo el país la caída de la dictadura de al-Assad. Fosas comunes de miles de víctimas del régimen están siendo descubiertas.
AP Photos/Ghaith AlsayedDamasco, Siria, 13 de dic. Millones celebraron por todo el país la caída de la dictadura de al-Assad. Fosas comunes de miles de víctimas del régimen están siendo descubiertas.

El reaccionario régimen capitalista de Teherán y su aliado Hamás creyeron que el pogromo que lanzaron contra los judíos en Israel el 7 de octubre de 2023 fue una gran victoria y allanaría el camino para más ataques, la destrucción definitiva de Israel y la expulsión o aniquilación de los judíos en el Medio Oriente: otro Holocausto.

Los matones de Hamás mataron a 1,200 personas, tomaron 250 rehenes y violaron y mutilaron a decenas de mujeres. Fue el mayor pogromo antijudío desde la Segunda Guerra Mundial. Pero Teherán subestimó al pueblo de Israel: judíos, árabes, cristianos, musulmanes y drusos. Ellos repelieron a los escuadrones de la muerte de Hamás y luego tomaron la ofensiva, a pesar de la presión incesante de la Casa Blanca de Joseph Biden para detener la guerra. Eliminaron la mayor parte de la capacidad de combate de Hamás, liquidaron a la mitad de sus matones entrenados, desmantelaron el liderazgo de Hezbolá y destruyeron la mayoría de sus misiles en Líbano, y destruyeron las principales defensas aéreas de Teherán.

Estos golpes también abrieron la puerta para el levantamiento que derrocó al régimen tiránico de Bashar al-Assad en Siria, respaldado por Moscú y Teherán.

Pero el régimen de Teherán sigue avanzando en su producción de armas nucleares, que representa una amenaza mortal para Israel y para los trabajadores de toda la región. Continúa infiltrando armas avanzadas a Hamás y a la Yihad Islámica en la Ribera Occidental, y alentando a los hutíes en Yemen a mantener sus ataques con misiles balísticos contra Israel.

Tanque israelí capturado, 7 de oct. de 2023. Fuerzas de Hamás respaldadas por Teherán mataron a 1,200 personas, violaron mujeres, tomaron 250 rehenes. Creyeron que el pogromo abriría paso a la destrucción de Israel, la muerte o la expulsión de los judíos del Medio Oriente.
AP/Yousef MasoudTanque israelí capturado, 7 de oct. de 2023. Fuerzas de Hamás respaldadas por Teherán mataron a 1,200 personas, violaron mujeres, tomaron 250 rehenes. Creyeron que el pogromo abriría paso a la destrucción de Israel, la muerte o la expulsión de los judíos del Medio Oriente.

Bartarhina, un popular sitio informativo en Irán, señaló que el derrocamiento de la dictadura de Bashar al-Assad “comenzó el 7 de octubre” y que “al debilitar a Hezbolá” Israel aseguró que “el muro defensivo de Assad se derrumbara de un solo puntapié”.

El 27 de noviembre, Hezbolá se vio obligada a aceptar un alto el fuego con Israel en Líbano y a retirar a sus combatientes de Siria. Luego, las fuerzas rebeldes sirias lideradas por Hayat Tahrir al-Sham, un grupo burgués con orígenes en el Estado Islámico y Al Qaeda, y que recibió luz verde del gobierno turco, avanzaron desde la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, hasta Damasco.

Los soldados de la dictadura de al-Assad tiraron sus armas y abandonaron sus puestos mientras los rebeldes avanzaban.

El derrocamiento del régimen fue un duro golpe para Moscú. Siria alberga la única base naval rusa en el mar Mediterráneo y una importante base aérea. Los convoyes de tropas rusas, escoltados por Tahrir al-Sham, han estado abandonando las bases rusas en el interior de Siria rumbo a la costa, probablemente en camino fuera del país.

Millones celebran caída de al-Assad

Liberados de  la bota de la tiranía de al-Assad, cientos de miles de personas en ciudades de toda Siria salieron a celebrar. Algunos de los millones de personas que huyeron de Siria para escapar del régimen de al-Assad están regresando para reconstruir sus vidas. Muchos tienen grandes expectativas, aunque siguen desconfiando de lo que hará el nuevo gobierno.

El régimen de al-Assad aplastó brutalmente un levantamiento popular que comenzó en 2011. En ausencia de un liderazgo de clase trabajadora, las fuerzas rebeldes armadas en contienda recibieron el respaldo de regímenes capitalistas rivales, desde Qatar hasta Turquía, amenazando el gobierno de al-Assad.

Él se mantuvo en el poder sólo gracias al despliegue de miles de matones de Hezbolá, de asesores y ayuda militar de Teherán y del poder aéreo de Moscú.

Pero Hezbolá, golpeado por Israel, y Moscú sufriendo enormes bajas en su guerra contra Ucrania, ya no podían acudir al rescate de al-Assad.

Por primera vez en años, muchos empiezan a tener confianza en sí mismos. “Si hubiera hablado antes, las fuerzas de Bashar al-Assad me habrían cortado la lengua”, dijo Tawfiq Diam a la BBC en el suburbio de Ghouta Oriental de Damasco, el 11 de diciembre.

Las fuerzas rebeldes rompieron las puertas de las cárceles en cada ciudad que tomaron y liberaron a miles de personas. Algunas llevaban décadas encarceladas. No obstante, decenas de miles de personas capturadas por el régimen siguen desaparecidas.

Se están descubriendo fosas comunes masivas. La Fuerza de Tarea Emergencia Siria, con sede en Estados Unidos, dijo a la cadena de noticias ABC que cree que hay más de 100 mil cadáveres enterrados en tan solo uno de las decenas de lugares.

¿Gobierno islámico “moderado”?

Ahmed al-Sharaa, el líder de Tahrir al-Sham, rompió con el Estado Islámico y Al Qaeda en 2016, alegando que eran demasiado extremistas. El grupo gobierna la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, desde 2017.

Aunque Tahrir al-Sham dice que su objetivo es gobernar Siria bajo la ley Sharía, al-Sharaa dice que los rebeldes respetarán los derechos de los kurdos, alauitas, cristianos, drusos y otros grupos minoritarios.

Los rebeldes se reunieron con representantes de las comunidades cristianas. “Sigan viviendo con normalidad, ya se acercan las vacaciones de Navidad, nada cambiará para ustedes”, dijeron los rebeldes al Hermano Georges Sabe, quien participó en las reuniones e informó sobre ellas a France 24.

Sirios de todas las creencias religiosas y nacionalidades están observando para ver si las acciones de los rebeldes coinciden con sus palabras.

No está claro qué relaciones tendrán las fuerzas lideradas por Tahrir al-Sham con el Frente Democrático Sirio, liderado por los kurdos y que controla alrededor de un tercio del territorio sirio, conquistado en la lucha para defender a los kurdos, una nacionalidad oprimida. El FDS colaboró con Washington en la derrota de las fuerzas del Estado Islámico. Todavía hay unos 900 soldados estadounidenses estacionados allí.

El Ejército Nacional Sirio, creado por Ankara y con apoyo aéreo turco, ha expulsado al FDS de Manbij. Para Ankara, cualquier avance hacia la autonomía kurda en Siria es una amenaza para el dominio capitalista en Turquía, donde millones de kurdos también luchan por sus derechos nacionales.

Israel defiende sus fronteras

Dado el historial de Tahrir al-Sham y otras facciones rebeldes islamistas ——incluido sus elogios al pogromo del 7 de octubre— el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no quiere correr ningún riesgo.

Desde que al-Assad huyó el 8 de diciembre, las Fuerzas de Defensa de Israel han realizado más de 450 ataques en Siria, destruyendo la marina siria, decenas de bases aéreas, depósitos de municiones, radares, misiles, almacenes de armas químicas y más, con muy pocas víctimas humanas.

Cuando el ejército sirio se desmoronó, sus tropas abandonaron la zona de contención de 80 kilómetros a lo largo de los Altos del Golán, que formaba parte de un acuerdo de 1974 entre los gobiernos sirio e israelí. Las tropas israelíes tomaron control y ocuparon el lado sirio del monte Hermón. Como es la montaña más alta de Siria, esto ofrece a las tropas israelíes una visión general que ayudaría a prevenir cualquier ataque a la frontera de Israel.

Al-Sharaa pidió a Israel que detuviera los ataques y se retirara de la zona de contención. “No queremos ningún conflicto, ni con Israel ni con nadie más”, declaró a la prensa el 16 de diciembre.

Tras los importantes golpes asestados a Teherán y sus aliados, el gobierno israelí está considerando medidas para destruir la capacidad de Teherán de desarrollar armas nucleares.

De esa manera, Israel fortalecería su defensa de un refugio para los judíos. Abriría más espacio para que los trabajadores, los agricultores y las nacionalidades oprimidas de todo el Medio Oriente se unan para defenderse de sus gobernantes capitalistas.