Demócratas buscan atraer a trabajadores para que apoyen de nuevo al partido

Por Terry Evans
14 de abril de 2025

Los conflictos entre las facciones en el Partido Demócrata —los autoproclamados socialistas y los centristas— se están agravando a medida que ambas asimilan la derrota sufrida en las elecciones de 2024, especialmente la pérdida de apoyo entre los trabajadores.

Cada una trata de ajustar posiciones mientras responde a los primeros meses de la presidencia de Donald Trump y busca ejercer un mayor control sobre la dirección del partido.

El senador Bernie Sanders y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez emprendieron una gira de “Combate contra la Oligarquía” el 20 de marzo. Esperan convencer a un segmento significativo de trabajadores descontentos a que apoyen de nuevo el partido, y a reintegrar a las frustradas fuerzas de la izquierda de clase media y liberales. Sanders dijo al New York Times que el propósito de la gira era estimular a la gente a “participar en el proceso político y a postularse como candidatos independientes fuera del Partido Demócrata”. El partido está “dirigido por asesores que están completamente desvinculados de la realidad”, dijo a Fox News el 18 de marzo, “y que prácticamente no cuentan con apoyo popular.

Pero el llamado de Sanders y Ocasio-Cortez a que se postulen candidatos “independientes” no tiene nada que ver con romper con el sistema bipartidista capitalista. No tienen ninguna intención de llevar a cabo una separación. “Entonces, lo que estamos tratando de hacer, de una forma u otra, es quizás crear un partido dentro del partido”, dijo Sanders a Fox News.

Ocasio-Cortez fue más explícita hablando ante una multitud en Las Vegas: “Necesitamos un Partido Demócrata que luche con más ahínco por nosotros”.

El socialista Sanders se alinea con los demócratas y durante décadas ha estado integrado a su rol dentro del gobierno capitalista. Presidió el Comité de Presupuesto del Senado para los demócratas durante los dos primeros años del gobierno de Joseph Biden, cuando los precios de los productos básicos se dispararon.

Él, como Ocasio-Cortez, se niega a hablar en términos de clase. Culpa a Trump y a una nueva “oligarquía” —no al funcionamiento despiadado del sistema capitalista— por los problemas de los trabajadores.

Nada puede cambiar sustancialmente para los trabajadores mientras sean las familias capitalistas las que gobiernen.

Lo que se necesita, dice Sanders, es que más demócratas “independientes” como él ocupen cargos públicos. Como todos los políticos de los partidos demócrata y republicano, ve a la clase trabajadora como el objeto de la política gubernamental, no como una fuerza capaz de romper con la política capitalista y luchar por sus propios intereses de clase. Presenta un camino para preservar el estado y el poder de los gobernantes imperialistas estadounidenses.

Tras la humillante derrota en 2024, algunos demócratas más tradicionales ahora están diciendo que deben colaborar con la administración Trump hasta que revele su verdadera cara. Charles Schumer, el líder de la minoría del Senado, votó a favor de un proyecto de ley de financiación patrocinada por los republicanos para evitar un nuevo cierre del gobierno.

Ocasio-Cortez lo atacó acusándolo de “tremendo error”.

Carville: ‘Deben hacerse a un lado’

James Carville, el veterano estratega demócrata, comparte el enfoque de Schumer. El partido debería “hacerse el desatendido. Simplemente dejarlo pasar. Deben hacerse a un lado”, dijo a MSNBC el 17 de febrero, “hasta que llegue el momento de no ser amables”.

Los demócratas centristas, organizados en la llamada Tercera Vía, se reunieron en febrero para trazar su plan para volver al partido al poder. También buscan recuperar el apoyo de la clase trabajadora, afirmando que el partido está demasiado vinculado a la academia, los medios de comunicación y la burocracia gubernamental. Su plan es reducir la influencia del ala izquierda del partido y “alejarse de la política de identidad”, que identifica a cada persona según su raza, color de piel o preferencia de género.

Mientras Sanders y Ocasio-Cortez condenan a los multimillonarios y oligarcas, la Tercera Vía dice que el partido debe dejar de “demonizar la riqueza y las corporaciones” y presentarse como “procapitalista de manera inteligente”.

Demostrando como ven a los trabajadores, su plan explica al partido que, para “reconectarse” con la clase trabajadora, debe “adoptar moderación, individualismo y masculinidad”.

Sanders dio al New York Times un ejemplo de lo que él entiende por gobierno “independiente”. “Espero que los demócratas recuperen la visión de mundo que tenían en los años 30 y 40 bajo el liderazgo de Roosevelt y Truman”, dijo.

Franklin Roosevelt condujo a Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial imperialista, buscando aplastar tanto a gobernantes rivales como a aliados. Impuso la prohibición de huelga a los sindicatos y desató al FBI contra el Partido Socialista de los Trabajadores, el partido antiguerra. Harry Truman amplió la caza de brujas después de la guerra, usó la ley Taft-Hartley contra los sindicatos y presidió la Guerra de Corea.

Hoy, el partido demócrata está cada vez más dominado por una capa woke de clase media-alta, cuyas cómodas vidas son completamente ajenas a las condiciones de los trabajadores, y que creen que deben reprender y administrar a los trabajadores en nombre de los gobernantes capitalistas.

En una columna del Wall Street Journal del 6 de marzo titulada “Despiértate”, Peggy Noonan escribió, “Dos partidos fuertes y sanos compitiendo por el apoyo popular es bueno para el país”. De no ser así, el juego de trileros bipartidista de los capitalistas no funciona.

Durante décadas, los capitalistas estadounidenses han gobernado a través de sus dos partidos principales, cada uno afirmando ser el menor de los dos males. Pero los trabajadores necesitan romper con los gobernantes capitalistas y sus partidos, no intentar asumir la imposible tarea de “repararlos”.

En las elecciones de 2025, la clase trabajadora sí tiene voz. Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores explican que la creciente crisis del orden mundial capitalista está llevando inexorablemente a los gobernantes hacia nuevas y más desastrosas guerras. Los patrones se esmeran en poner en las espaldas de los trabajadores el costo de su creciente competencia.

Los candidatos del PST señalan lo que se puede hacer para construir un partido que pueda liderar a millones de personas en las luchas que se avecinan para cambiar la clase que gobierna.