A medida que la actual crisis capitalista se profundiza, los trabajadores nos preguntamos cada vez más cómo podemos unirnos para utilizar toda la fuerza de la clase trabajadora y nuestros sindicatos para confrontar los ataques de los empleadores a nuestros salarios y condiciones laborales, y promover nuestros intereses de clase en todas las cuestiones políticas.
Los gobernantes capitalistas tienen una perspectiva de clase radicalmente opuesta a la nuestra. Impelidos por el látigo del mercado, tratan de intensificar la competencia entre los trabajadores, volvernos uno contra otro y convencernos a subordinar nuestros propios intereses de clase a los suyos. Una manera de hacerlo es fomentar las divisiones entre los trabajadores con y sin papeles.
Como en todas las importantes cuestiones de clase, no hay ninguna diferencia significativa entre las políticas de los dos principales partidos capitalistas: demócrata y republicano. Favorecen una inmigración más flexible cuando los empleadores necesitan trabajadores y la restringen cuando no los necesitan.
El presidente Donald Trump culpa a los trabajadores indocumentados de la competencia por empleos, vivienda y servicios, de delitos violentos y otros graves problemas sociales. Está intensificando la retórica antiinmigrante y ha iniciado la ampliación de instalaciones para encarcelarlos en el futuro en Estados Unidos, Guantánamo y en la infame prisión CECOT de El Salvador. La intención es intimidar a los millones de trabajadores sin papeles en Estados Unidos, reforzar su estatus de segunda clase y crear condiciones para intensificar su explotación.
Los demócratas y sus partidarios dan un aullido de “indignación”. Pero la verdad es que la administración de Joseph Biden, con el mismo propósito, deportó un promedio de 57 mil inmigrantes cada mes en su último año.
Los patrones y su gobierno buscan sacar partido de las divisiones dentro de la clase trabajadora. En la industria de la construcción en la ciudad de Nueva York, por ejemplo, los patrones han aumentado la contratación de trabajadores inmigrantes —que actualmente son más de la mitad de la fuerza laboral en esa industria— y ha reducido el número de trabajadores afiliados a los sindicatos al 20% o menos.
Los gobernantes intentan convencer a los trabajadores de que la solución es deportar a los trabajadores sin papeles. Pero eso es totalmente erróneo. Es el mismo argumento que usaron para intentar convencer a los trabajadores blancos de que estaba en sus intereses mantener a los trabajadores negros fuera de la industria. Este argumento fue desacreditado por el poderoso movimiento liderado por negros que derrocó el sistema Jim Crow de segregación racial.
La única forma en que nuestra clase puede hacer logros es uniéndose y luchando, independientemente del color, nacionalidad, sexo o la situación legal. Lo que se necesita hoy es una amnistía para los trabajadores sin papeles en Estados Unidos, para poner fin a su estatus de segunda clase, para que menos trabajadores vivan con miedo. Esto puede derribar la barrera que impide a nuestra clase luchar codo con codo contra los patrones y su gobierno.
Confrontar y responder políticamente al uso de los inmigrantes como chivo expiatorio es una cuestión política de vida o muerte para el movimiento sindical. Tiene que explicar que todos los trabajadores, independientemente de su estatus, forman parte de la clase trabajadora en Estados Unidos. El sindicato debe organizar a todos los trabajadores.
Hoy hay una acción que sirve de ejemplo. La movilización el 31 de marzo para defender a los inmigrantes convocada por el sindicato de trabajadores agrícolas UFW y la Federación de Sindicatos de California en Delano. Los instamos a participar en movilizaciones similares en tu región. Lleva a tu familia, amigos y compañeros de trabajo.
Este es el camino para unir a los trabajadores. Ayuda a prepararlos para las luchas políticas que se avecinan: la lucha para romper con los partidos patronales y trazar un rumbo para tomar el poder político en nuestras manos; la única manera de acabar con el poder de la explotación y la opresión capitalistas de una vez por todas.