Declaración emitida el 21 de noviembre por Laura Garza, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores al Senado de Estados Unidos por California.
La matanza sistemática de 1,200 judíos cometida por Hamás con el respaldo del régimen contrarrevolucionario en Teherán el 7 de octubre, marca un hito en la política mundial, que ha acelerado la crisis del orden mundial capitalista y ha obligado a los gobiernos y a todas las fuerzas políticas a tomar partido. El problema fundamental es el odio a los judíos, una característica mortífera de la época imperialista que la clase trabajadora tiene que combatir.
Los trabajadores y nuestros sindicatos tienen un interés vital en denunciar el odio a los judíos y derrotar a las fuerzas reaccionarias que lo utilizan como un arma aquí y en todo el mundo.
La clase trabajadora es la única fuerza social capaz de acabar para siempre con el odio a los judíos, mediante la construcción de un partido que pueda liderar la lucha para reemplazar el dominio capitalista con el poder obrero, acabar con la explotación de la gran mayoría por unos pocos propietarios, y sobre esa base empezar a dirigir la lucha para poner fin a toda forma de opresión.
Algunos funcionarios sindicales, como los dirigentes del sindicato de trabajadores electricistas UEW y del sindicato de trabajadores de correo APWU, ignoran la matanza cometida por Hamás y se enfocan en llamados al gobierno israelí para que acepte un cese al fuego permanente. Esto no tiene nada que ver con el llamado a una pausa en los combates del 23 de noviembre para facilitar la liberación de los rehenes. Los líderes de Hamas han dejado claro que mientras existan, habrá más pogromos hasta que todos los judíos estén muertos o expulsados del área.
Los llamamientos a un cese al fuego van en contra de los intereses de todos los trabajadores, incluidos los palestinos de Gaza que sufren bajo el dominio dictatorial de Hamás. Los islamistas reaccionarios utilizan la miseria que ellos mismos han causado para obtener fondos de Naciones Unidas y de otros lugares. Un cese el fuego daría un respiro a Hamás para rearmarse y reagruparse, con el respaldo de Teherán, y seguir buscando la destrucción de Israel.
A medida que la crisis capitalista mundial se profundiza y crezcan las luchas revolucionarias de los trabajadores, sectores de capitalistas recurrirán a matones fascistas para tratar de aplastar a los sindicatos. Su bandera será el odio a los judíos. Ésta es la lección del régimen de Hitler.
La tortura, violación y asesinato de judíos por Hamás y el continuo abuso de los más de 200 rehenes que tomaron es abominable para decenas de millones de trabajadores.
La lucha contra el odio a los judíos es una cuestión de vida o muerte para los sindicatos. Deberían dar publicidad y participar en acciones contra el odio a los judíos y en defensa del derecho de Israel a existir como refugio para los judíos, como la reciente manifestación de casi 300 mil personas en Washington. Deberían unirse a la defensa de estudiantes judíos que están siendo atacados cada vez más en las universidades de Estados Unidos. Ese es el camino para construir un movimiento sindical que pueda defenderse contra los ataques de los patrones, su gobierno y los matones ultraderechistas que ellos desatarán. Este es el camino para tomar el poder político y defender los intereses de todos los oprimidos.